Dirigida por Andrei Tarkovsky, sobre guion de Fridikh Gorenshteyn, basado en una obra del escritor polaco Stanilaw Lem. Con Donatas Banionis (Kris Kelvin, el psicólogo), Natalya Bondarchuk (Khari), Yuri Yarvet (Doctor Snaut), Vladislav Dvorzhetskiy (Anri Berton, pilot), Nikolay Grinko (Nik Kelvin), Anatoliy Solonitsin (Doktor Sartorius, astrobiólogo).
1º) Porque aunque, aparentemente termina como empieza, no es una película circular.
2º) Porque Andrei Tarkovsky era cristiano ortodoxo, y por eso gusta de mostrar iconos rusos en sus películas.
3º) Porque conviene recordar que la estética de esos iconos rusos catapultó a la fama al mismísimo Andy Wharhol.
4º) Porque está basado en la obra homónima de Stanislaw Lem. Si, el fantástico autor de “Memorias encontradas en una bañera”.
5º) Por la delicada puesta en escena, con constantes homenajes a grandes maestros de la pintura (Veermer, Brueghel y Van Eykc).
6º) Por una sutil dirección de actores.
7º) Porque su estética navega aparentemente entre varios géneros: el protagonista tiene andares, vestimenta y maneras de un «cow boy», y el look de los protagonistas no parece mostrarnos una nave espacial: apenas se ven escafandras, trajes de astronauta, y toda ese «atrezzo» a que nos tiene acostumbrados Hollywood.
8º) Porque la impronta setentera de la película, que a veces parece una película de la Hammer. Cuando Khari, la protagonista femenina aparece ensangrentada, y luego con un candelabro en el mismo plano, nos convencemos de que es verdad.
9º) Porque se suele presentar a “Solaris” (1.972) como “La respuesta rusa a 2.001, una Odisea Espacial”, de Stanley Kubrick (1.968). Pero la novela de Stanislaw Lem (1.961) es 7 años anterior a la de Arthur C. Clark, escritor y guionista (1.968).
10º) Porque es una película seminal, preciosista, y totalmente recomendable.