(1.993). Dirigida por Tony Scott, sobre un guión original de Quentin Tarantino. Con la colaboración de Christian Slatter (Clarence Worley), Patricia Arquette (Alabama Withman), Dennis Hopper (Clifford Worley), Val Kilmer (Mentor), Gary Oldman (Drexi Spivey), Brad Pitt (Floyd), Christopher Walken (Vincenzo Coccotti), Samuel L. Jackson (Big Don), Michael Rappaport (Dick Ritchie), James Gandolfini (Virgil), y Chris Penn (Nicky Dimes).

1°) Porque, aunque ya conocíamos a Tarantino por “Reservoir Dogs” (1.992), este fue su primer guión llevado a la pantalla por otro director.

2°) Porque lleva su sello inconfundible: Guiños a series “b”, diálogos patafísicos, cierto tipo de violencia y cinefilia a raudales.

3°) Porque Quentin confiesa que es su película más autobiográfica.

4°) Porque Tarantino y su amigo Roger Avery escribieron un guión muy extenso, que se dividió en dos películas. La otra fue “Natural Born Killers” (Oliver Stone, 1.994).

5°) Porque escribió parte del guión durante tres días que pasó en la cárcel por multas de aparcamiento que no pudo pagar.

6°) Porque ya forma parte, sin duda, del “universo Tarantino”, y muchas de sus ideas y de sus objetos fetiche fueron utilizadas en películas posteriores.

7°) Porque el personaje de Clarence Worley (Christian Slatter) está inspirado en si mismo. Quentin ha comentado varias veces que vivió en Ámsterdam, y trabajó en una tienda de videos y comics.

8°) Por la química entre Christian Slatter y Patricia Arquette.

9°) Porque nos deja ver un grupo de actores que pasarían a ser verdaderos “Chicos Tarantino”: Samuel L. Jackson, Christopher Walker, Chris Penn y Brad Pitt.

10°) Porque también es una “road movie” con un impagable Cadillac de color rosa.