(2.003).- Dirigida por Wolfgang Becker, con guion de Bernd Lichtenberg, Achim von Borries, Henk Handloegten, Chris Silber y Wolfgang Becker.
Con la colaboración de Daniel Brühl (Alex), Katrin Sass (Madre), Chulpan Khamatova (Lara), Maria Simon (Ariane) Florian Lukas (Denis), Alexander Beyer (Rainer), y Stefan Waltz (Sigmund Jähn).
1º) Porque nos cuenta la caída del muro de Berlín de otra manera.
2º) Porque nos habla de casas abandonadas en plena ciudad, y de productos de consumo diario que se vuelven imposibles de encontrar.
3º) Porque nos enseña lo problemático que es replicar la televisión del antiguo régimen.
4º) Porque la imagen del helicóptero llevándose la estatua de Lenin es un guiño a “La dolce vita”, de Fellini.
5º) Por las localizaciones en exteriores de Berlín: Karl-Marx-Allée y la AlexanderPlatz.
6º) Por el encanto de un prometedor Daniel Brühl.
7º) Porque es difícil imaginarnos a otra actriz en el papel de madre “bella durmiente”: magnífica Katrin Sass.
8º) Por el pequeño papel de Sigmund Jähn, primer cosmonauta alemán, ahora convertido en taxista.
9º) Por un guión sencillo y perfecto de los guionistas de «Babylon Berlin».
10º) Porque nos habla de los sueños olvidados y del comienzo de la madurez.
Yo me acuerdo de haber visto esta película un viernes por la noche en la 2. Me ha gustado la entrada, saludos!
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Para mi fue una sorpresa porque no la vi en su estreno: es una de esas películas en que todo funciona, y además tiene un punto de ternura que me encanta. Saludos desde un Madrid veraniego. EspiaModelo.
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