A propósito del libro que hoy voy a comentar – La Casa de Lúculo, de Julio Camba (1925)- transcribo unas palabras del escritor Manuel Vicent, quien prologó una edición del mismo presentada en 2004: “Ninguna comida es indigesta, pesada y da acidez de estómago. Quienes dan acidez y resultan pesados e indigestos son ciertos comensales […]
a través de Desde el anaquel (VII) — Protocolo con Corsé
Julio Camba sigue siendo rompedor. Vivió toda su vida en el Hotel Palace. Cuando le ofrecieron una silla en la RAE, preguntó qué porque no le ponían mejor un pisito.
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