(1963.) Dirigida por Terence Young. Producida por Albert R. Broccoli y Harry Salzman para EON. Según la novela de Ian Fleming. Con la colaboración de Sean Connery (James Bond), Daniela Bianchi (Tatiana Romanova), Pedro Armendáriz (Kerim Bey), Robert Shaw (Grant), Bernard Lee (M.), Desmond Llewelyn (Q.), y Lois Maxwell (Moneypenny).
1º) Porque es heredera directa de “Con la muerte en los talones”, pero con un toque sutil de “Camarada X”.
2º) Por el homenaje a las comedias de los 60. El cartel de “Call me Bwana”, de Anita Ekberg y Bob Hope.
3º) Porque el director, Terence Young, fue comandante de carros de combate en la segunda guerra mundial, y eso se nota en las escenas de acción.
4º) Por el personaje que encarna Pedro Armandáriz (Kerim Bey), un vendedor turco de alfombras reconvertido en espía, con familia numerosa.
5º) Por ver a Robert Shaw convertido en culturista y teñido de rubio.
6º) Por la mítica pelea de zíngaras.
7º) Porque a Sean Connery le sienta maravillosamente el traje.
8º) Porque, en un entorno de guerra fría, el propio Kennedy dijo que Bond debería ser norteamericano.
9º) Por el doblaje de Sean Connery realizado por Simón Ramírez, que nos hizo adorar todavía más su personaje.
10º) Porque, con el paso del tiempo ha adquirido un punto kitsch totalmente divino.
ESPIA MODELO. 
Pues sí que tienen su encanto estas películas del primer James Bond. Me gusta especialmente la fotografía años 60 y los exteriores que no son forillo ostentoso 🙂 Un James Bond bastante macarra a pesar de lo bien que le sentaban los trajes. Tenía esos rudos modales de los cuerpos de operaciones especiales.
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